“El 26 de mayo, lo único seguro que tengo en el año”

Ya regresa nuevamente el 26 día bonito que me llena de entusiasmo
ese fue el día que a mí a este mundo me mandaron.

Por: Juan Rincón Vanegas
juanrinconv@hotmail.com


Asi comienza la canción ‘Entre placer y penas’ que es un relato de la vida de Diomedes Díaz donde cuenta las vicisitudes que ha pasado, pero se ha sobrepuesto a pesar de todos los obstáculos que ha encontrado en el camino.

Precisamente hoy la historia de la canción llega como anillo al dedo porque pone de presente que “El 26 de mayo, lo único seguro que tengo en el año”, y en otra de sus obras destaca que “la vida es un baile que con el tiempo todos damos la vuelta”.

Hoy es el cumpleaños del ciudadano Diomedes Dionisio Díaz Maestre, identificado con la cédula de ciudadanía número 77.006.438 de Valledupar, y quien se ha dado el lujo de vender la mayor cantidad de música vallenata en toda la historia.

Diomedes ‘El Cacique de La Junta’, es el único artista que ha contado detalles de toda su vida con un éxito que no tiene parangón en la historia del folclor vallenato, principalmente el relato de sus más íntimos sentimientos. En una ocasión dijo que “si yo pudiera alzar el vuelo, como hace el cóndor que vuela alto, muy alto, me fuera lejos, pero bien lejos, donde nadie supiera del papá de Rafael Santos”. Y remató ese episodio: “Yo me refiero es a la señora que fue conmigo al altar, que yo la adoro y la quiero tanto y es la mamá de mis hijos, pero me da mucho pesar que me está quitando el cariño”. Casi al final de la canción él reconoció que era mujeriego y para evitar más problemas de celos, iba a tomar su maleta, tal como sucedió y al poco tiempo se alojó en otros brazos.

Con los ojos abiertos

Sobre Diomedes Díaz se han escrito miles de historias, pero hay una inédita donde se relata la de su nacimiento y que reposaba en poder de su señora madre Elvira Maestre, la vieja ‘Vira’ quien accedió a entregarla.

“En el caserío de Carrizal, perteneciente al corregimiento de La Junta, Guajira, fueron testigos de los acontecimientos curiosos de la noche; ganados bundeando igual que las aves cantando y aleteando en la oscuridad alrededor de la casa donde había nacido un niño con los ojos abiertos.

Cuando Rafael Díaz, descansó de festejar el nacimiento de su primer hijo cayó en cuenta de que no había señalado la fecha correspondiente al nacimiento, entonces fue al aposento y descolgó del barraganete la mochila donde guardaba un almanaque en cuya portada de color ladrillo estaba estampada una foto que decía ser de un pintoresco británico llamado Bristol y como no sabía leer pidió a Elvira, su mujer, que marcara con anilina el número y la lectura correspondiente, así como también la fase de la luna para no olvidar la fecha y poder festejar todos los años.

"Domingo 26 de mayo, día de San Felipe de Nerí y Santa Mariana de Jesús, luna nueva, año 1957", deletreó ella. El comportamiento extraño de la naturaleza, el día del nacimiento, tenían confundida a Elvira y de mal genio a Rafael, por los comentarios que se tejían con la llegada del niño. Decidieron entonces adelantar el bautizo que según los padrinos, Joaquín Elías Acosta y Amira Mejía, lo habían programado con misa cantada el martes 16 de julio, día en que revelarían también el nombre escogido.

Es de vida o muerte, argumentó al sacerdote, Joaquín Elías para que hiciera el sacramento al niño que nació con los ojos abiertos antes de la fecha prevista y cuyo nombre llevó escrito en un cartón: Diomedes Dionisio.

La historia conoció a Diomedes, el primero de los héroes más importantes de la Ilíada y del ciclo troyano. Claro eso no lo sabían sus padres, Rafael y Elvira, sino su padrino después de leerla en una vieja enciclopedia”.

La celebración

Diomedes Díaz está feliz de sumar 55 años, y en medio de los festejos que cada año no faltan, anota que “Hago menos que todos los días. Mi cumpleaños me lo recuerda la familia y cuando lo hace me dan ganas de llorar, porque es un año menos de vida y me pongo a darle vueltas a las vainas y es mucho lo que he hecho por mi bello folclor, y si que es bello, gracias a la Virgen del Carmen”.

Muy bien lo dice Diomedes y más hoy con motivo de su cumpleaños: “Virgen del Carmen, deme licencia señora, que lo demás lo arreglo yo”.

Brindemos por el cantor enamorado más grande del mundo que sea como sea, nunca le falta una pena de amor y ahí es donde saca su gran virtud de derrotarla con unos versos, para enseguida alzar el vuelo como un cóndor herido y desde allá brindar con el alma. Hoy es preciso darle a Diomedes Díaz, de su misma medicina para que sienta el cariño de todos sus familiares, amigos y seguidores. Hay que cantarle la canción: ‘Tu cumpleaños’, esa que desde hace 25 años acompaña a todos los que cumplen un año más de vida.

Ay! vamos a entonar una canción
pa' que cantemos
vamos a festejar con emoción
su cumpleaños.
Vamos a decirle con amor
que lo felicitamos,
y que siga cumpliendo muchos más
que la Virgen lo tiene que cuidar
que de mi parte nada en la vida le faltará.

Y que los cumpla feliz muy feliz.
Tus amistades llegamos aquí,
pa' compartir esa gran bendición.
Y yo te vine a cantar esta canción
y te deseo mucha felicidad.

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