Por: Lolita Acosta.
Siempre supe que Sergio Luis Rodríguez sería algo especial y muy grande en la vida. Vida que apenas despunta, que está en su prístina aurora, a pesar de la gran fama ya crecida que tiene al lado de ese magnífico cantante que es Peter Manjarrés.
A los 5 años abrazó como su juguete más preciado un acordeón que había en su casa, abandonado quizás por algún frustrado heredero de las artes de Francisco el Hombre o tal vez a la espera de unas manitos traviesas y curiosas que le arrancaran sus notas más escondidas.
Y ahí estaba él, Sergio Luis. Nació para ser músico acordeonero, dicen sus padres Luis Antonio Rodríguez y Magaly Ávila. Vio la luz en la Capital Mundial del Vallenato el 5 de octubre de 1985 o sea que tiene 23 añitos. Y le cabe la dicha de haber nacido en el seno de una familia donde a todos los hijos se les inculca el amor por la música, los valores morales y el respeto por las tradiciones.
De este modo llegó a ser alumno del maestro “Turco” Gil, cuya academia funcionaba cuando eso en el barrio Cañaguate. Al año siguiente, o sea en 1992, a los 6 años de edad, concursó en el 25º Festival de la Leyenda Vallenata, quedando como finalista. A los 7 años, en el mismo festival, logró el tercer puesto, y en ese mismo año, en el 13º Festival de Flores y Calagualas en Urumita (Guajira) obtuvo su primera corona de Rey Infantil. A los 8 años, en el 27º Festival de la Leyenda Vallenata, fue coronado como Rey Infantil, en abril de 1994. Su tercera corona la obtuvo en el 1º Festival de Acordeones, Versos y Canciones en San Diego (Cesar), en junio de 1995. Y en abril de 1997 participó en el 30º Festival de la Leyenda Vallenata obteniendo su cuarta corona, la segunda en el Festival de la Leyenda Vallenata, de Rey Infantil, a la edad de 11 años, hecho que fue resaltado por el Concejo Municipal de Valledupar, mediante Proposición Nº 085 del 3 de mayo de 1997.
Me cupo la dicha de haber recibido el apoyo de la presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Consuelo Araujonoguera, para organizar la delegación que en representación de la Cultura Vallenata, durante los meses de julio y agosto de 1996, participó en una gira por 24 ciudades de Francia y Bélgica haciendo presencia en igual número de Festivales de Verano. Recuerdo que los padres de Sergio Luis, lo mismo que de los otros niños del conjunto, no dudaron un instante en confiarme sus muchachitos. Viajamos en compañía de John Jaider Suárez Cujia como cajero y Elkin Medina Cuentas como guacharaquero. Con nosotros también viajó un grupo de música y danza compuesto por 9 arhuacos encabezados por el mamo Norberto Torres y por el líder Jeremías Torres. Fue el viaje aquel que despreció Juan David “El Pollito” Herrera.
Recuerdo que la invitación se debió a la gestión de una gran folclorista de origen vallenato, coreógrafa y directora del Grupo Folclórico Colombia Viva, de la Universidad del Norte, como lo es Jenny Pineda. Esta fue la primera y hasta le fecha la más grande incursión de la música vallenata en el corazón de los eventos folclóricos en Europa, tanto por la duración de la gira, los kilómetros recorridos y el número de festivales en los que estuvimos presentes como por la calidad de los espectáculos en los que participamos y el total de culturas de los distintos países con los cuales interactuamos, que fueron 52. Esto alimentó el espíritu de Sergio Luis para querer ser lo que hoy es: un artistas con el más grande reconocimiento en el ámbito musical vallenato.
Tenía 13 años cuando fue seleccionado para hacer parte del grupo fundador de la agrupación Los Niños del Vallenato dirigida por el maestro Andrés “El Turco” Gil, grupo que ha contado con la inventiva, madrinazgo y orientación de Gabriela Febres-Cordero, igual que tuvo el apoyo de la difunta líder folclórica Consuelo Araujonoguera. El 27 de noviembre del año 1999 es la fecha histórica cuando los 10 niños fundadores de esta agrupación, entre ellos Sergio Luis Rodríguez, con su maestro “El Turco” Gil, viajaron a los Estados Unidos para participar en el National Simphony Hall y en la ceremonia de encendido del Árbol de Navidad de la Casa Blanca, por invitación del presidente Bill Clinton.
De eso hace 10 años y de ahí en adelante muchos fueron los viajes emprendidos en giras nacionales e internacionales hasta cuando pasó a ser parte de Los Delfines del Vallenato, un proyecto musical de grata recordación liderado por el Rey Vallenato Beto Villa y se matriculó en la carrera de Música en la Universidad de Los Andes y de Producción de Sonido en la Javeriana.
Ahora, ya como profesional, aplaudimos su exitosa carrera musical con el cantante Peter Manjarrés iniciada el 16 de octubre de 2004. “Imbatible” fue su primer disco.
Sergio Luis pertenece a una academia de acordeoneros rigurosamente clásicos y eso se nota en sus trabajos, así sea tocando piano, como lo escuchamos en el álbum “Solo clásicos”.
Junto con Peter recibió la primera nominación al Grammy Latino en la categoría de Vallenato / Cumbia por el disco “El papá de los amores” en el 2007, y el ansiado trofeo llegó con la segunda nominación por “Solo clásicos” en noviembre del año pasado.
La Academia de Música Vallenata “Turco” Gil se siente orgullosa por este triunfo de uno de sus más aventajados alumnos.
Siempre supe que Sergio Luis Rodríguez sería algo especial y muy grande en la vida. Vida que apenas despunta, que está en su prístina aurora, a pesar de la gran fama ya crecida que tiene al lado de ese magnífico cantante que es Peter Manjarrés.A los 5 años abrazó como su juguete más preciado un acordeón que había en su casa, abandonado quizás por algún frustrado heredero de las artes de Francisco el Hombre o tal vez a la espera de unas manitos traviesas y curiosas que le arrancaran sus notas más escondidas.
Y ahí estaba él, Sergio Luis. Nació para ser músico acordeonero, dicen sus padres Luis Antonio Rodríguez y Magaly Ávila. Vio la luz en la Capital Mundial del Vallenato el 5 de octubre de 1985 o sea que tiene 23 añitos. Y le cabe la dicha de haber nacido en el seno de una familia donde a todos los hijos se les inculca el amor por la música, los valores morales y el respeto por las tradiciones.
De este modo llegó a ser alumno del maestro “Turco” Gil, cuya academia funcionaba cuando eso en el barrio Cañaguate. Al año siguiente, o sea en 1992, a los 6 años de edad, concursó en el 25º Festival de la Leyenda Vallenata, quedando como finalista. A los 7 años, en el mismo festival, logró el tercer puesto, y en ese mismo año, en el 13º Festival de Flores y Calagualas en Urumita (Guajira) obtuvo su primera corona de Rey Infantil. A los 8 años, en el 27º Festival de la Leyenda Vallenata, fue coronado como Rey Infantil, en abril de 1994. Su tercera corona la obtuvo en el 1º Festival de Acordeones, Versos y Canciones en San Diego (Cesar), en junio de 1995. Y en abril de 1997 participó en el 30º Festival de la Leyenda Vallenata obteniendo su cuarta corona, la segunda en el Festival de la Leyenda Vallenata, de Rey Infantil, a la edad de 11 años, hecho que fue resaltado por el Concejo Municipal de Valledupar, mediante Proposición Nº 085 del 3 de mayo de 1997.
Me cupo la dicha de haber recibido el apoyo de la presidenta de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, Consuelo Araujonoguera, para organizar la delegación que en representación de la Cultura Vallenata, durante los meses de julio y agosto de 1996, participó en una gira por 24 ciudades de Francia y Bélgica haciendo presencia en igual número de Festivales de Verano. Recuerdo que los padres de Sergio Luis, lo mismo que de los otros niños del conjunto, no dudaron un instante en confiarme sus muchachitos. Viajamos en compañía de John Jaider Suárez Cujia como cajero y Elkin Medina Cuentas como guacharaquero. Con nosotros también viajó un grupo de música y danza compuesto por 9 arhuacos encabezados por el mamo Norberto Torres y por el líder Jeremías Torres. Fue el viaje aquel que despreció Juan David “El Pollito” Herrera.
Recuerdo que la invitación se debió a la gestión de una gran folclorista de origen vallenato, coreógrafa y directora del Grupo Folclórico Colombia Viva, de la Universidad del Norte, como lo es Jenny Pineda. Esta fue la primera y hasta le fecha la más grande incursión de la música vallenata en el corazón de los eventos folclóricos en Europa, tanto por la duración de la gira, los kilómetros recorridos y el número de festivales en los que estuvimos presentes como por la calidad de los espectáculos en los que participamos y el total de culturas de los distintos países con los cuales interactuamos, que fueron 52. Esto alimentó el espíritu de Sergio Luis para querer ser lo que hoy es: un artistas con el más grande reconocimiento en el ámbito musical vallenato.
Tenía 13 años cuando fue seleccionado para hacer parte del grupo fundador de la agrupación Los Niños del Vallenato dirigida por el maestro Andrés “El Turco” Gil, grupo que ha contado con la inventiva, madrinazgo y orientación de Gabriela Febres-Cordero, igual que tuvo el apoyo de la difunta líder folclórica Consuelo Araujonoguera. El 27 de noviembre del año 1999 es la fecha histórica cuando los 10 niños fundadores de esta agrupación, entre ellos Sergio Luis Rodríguez, con su maestro “El Turco” Gil, viajaron a los Estados Unidos para participar en el National Simphony Hall y en la ceremonia de encendido del Árbol de Navidad de la Casa Blanca, por invitación del presidente Bill Clinton.De eso hace 10 años y de ahí en adelante muchos fueron los viajes emprendidos en giras nacionales e internacionales hasta cuando pasó a ser parte de Los Delfines del Vallenato, un proyecto musical de grata recordación liderado por el Rey Vallenato Beto Villa y se matriculó en la carrera de Música en la Universidad de Los Andes y de Producción de Sonido en la Javeriana.
Ahora, ya como profesional, aplaudimos su exitosa carrera musical con el cantante Peter Manjarrés iniciada el 16 de octubre de 2004. “Imbatible” fue su primer disco.
Sergio Luis pertenece a una academia de acordeoneros rigurosamente clásicos y eso se nota en sus trabajos, así sea tocando piano, como lo escuchamos en el álbum “Solo clásicos”.
Junto con Peter recibió la primera nominación al Grammy Latino en la categoría de Vallenato / Cumbia por el disco “El papá de los amores” en el 2007, y el ansiado trofeo llegó con la segunda nominación por “Solo clásicos” en noviembre del año pasado.
La Academia de Música Vallenata “Turco” Gil se siente orgullosa por este triunfo de uno de sus más aventajados alumnos.
Publicar un comentario
Gracias por su comentario