Los dedos en la boca

Por Aliskair Sanim De La Hoz.
La presente semana, el Banco Mundial tomará una decisión que redundará en el desarrollo de los guajiros. El tema de la que, en el gobierno anterior fue llamada “revolución del agua”, hoy conocido como plan de aguas de La Guajira; tomó un giro candente al conocerse la designación por parte del secretario de Obras Públicas y el mismo gobernador departamental, para gerenciar el Plan de Aguas de La Guajira, a la empresa de acueducto de Santander EMPAS, que fue creada en octubre del año 2006; desestimando la experiencia de 120 años de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá EAAB y la que hoy posee el reconocimiento como una de las mejores empresas de servicios públicos de Latinoamérica, la EPM de Medellín.

Ésta situación deja entrever que no se actúa con la responsabilidad que amerita la selección de una entidad que gerencie los recursos de éste proyecto, aún más cuando se conoce por todos que éstos provienen de un préstamo con el Banco Mundial.

Pero sacar de éste proceso a empresas como la EPM y la EAAB, arguyendo que no certifican la experiencia necesaria es inadmisible por donde se le mire; aún más cuando la empresa EMPAS, a la gobernación de La Guajira tuvo a bien seleccionar, tiene cerca de dos años de creada, y según el análisis de riesgos realizado por la sociedad calificadora de valores BRC Investor Services S.A. se evidencia que la empresa de Servicios Públicos de Santander a un año de ser constituida (el informe tiene fecha de Octubre 5 de 2007), no llena las expectativas para administrar proyectos en otros lugares diferentes a su área de influencia, en el análisis DOFA se demuestra que el desarrollo de actividades en otros municipios es considerada como una amenaza para la entidad. El informe completo lo pueden encontrar en el siguiente link:
http://www.brc.com.co/archivos/OPE%2007%20EMPAS%20CI.pdf.

Ésta apreciación se robustece con lo que afirma la viceministra de Agua Leyla Rojas cuando reconoce que no cumple con los requisitos fundamentales para llevar a cabo el inmenso propósito de llevarle agua a todos los guajiros”. “EMPAS solo tiene experiencia en alcantarillado, técnica y financieramente tienen más 'músculo' las Empresas Públicas de Medellín (EPM) y la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), para asumir la gerencia del proyecto que busca llevar agua potable a las cabeceras de los 15 municipios de La Guajira”.

¿Qué fundamenta entonces, el haber seleccionado a ésta empresa como la encargada de gerencia éste tipo de proyectos?

El tema es espinoso, aún más cuando el gobernador Jorge Pérez Bernier complementa su intervención, afirmando que “son puntos que se podían subsanar, pero el problema es de tiempo porque tardaríamos más”.

¿No se atrasaría el desarrollo del departamento en materia de agua potable y alcantarillado si ponemos en manos de una empresa, de la que ni el mismo gobernador tiene la certeza de que es la idónea para manejar el proyecto, y que se le otorga sólo porque se tardaría más?

En el 2005, se daba a entender que solucionar la problemática que La Guajira vive en materia de agua potable, va más allá del servicio como tal, el que la guajira tenga cobertura del 98% y que de ésta cobertura se beneficien 520 mil habitantes, el que repercuta sustancialmente en materia de salud, puesto que se disminuirán enfermedades que el agua no apta para el consumo genera en un 80%, no es mentira que el proyecto de la Revolución del agua será la salvación para La Guajira, y que además, con su ejecución se convertirá en un departamento competitivo frente a los retos de los intercambios comerciales con distintos países.

Pero entonces sino se vela por la integridad de los recursos, por el buen manejo del proyecto, vamos seguir viendo a éste departamento de la manera como lo describe Orsinia Polanco Jusayú, en una entrevista que concedió a Yamid Amad cuando manifestó que “La Guajira lo único que posee son costas y minas. No tenemos agua y el carbón no es nuestro. Nos quedan el desierto y las ovejas.” Ella una indígena de casta, interpreta mejor lo que los demás guajiros no quieren ver.

La Guajira necesita en este momento ser un Estado Social de Derecho; donde se ofrezcan espacios y procedimientos legítimos para la confrontación de las propuestas de la clase política y dirigente, La Guajira debe estar abierta a la pluralidad, pero no la pluralidad étnica de la que se habla, es la pluralidad participativa, tolerante y que le apueste al cambio social.

En la presente semana la viceministra del agua se reunirá con el gobernador Jorge Pérez Bernier, para evaluar y tomar medidas en el tema y además se tomarán decisiones importantes, porque según el gobernador, si el Banco Mundial lo requiere y los miembros del comité técnico deben cumplir las funciones para las que fueron designados; porqueno se debe permitir que a todos los guajiros se nos siga metiendo los dedos en la boca.

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